¿Por qué vivimos pendiente de la vida de los demás?

Se ha comprobado que la felicidad del ser humano va ligada a condicionamientos muy internos, según las vivencias personales.
El vacío interior debido a una baja autoestima, ha sido el causante más dañino en nuestra mente y hacia los demás, cuando juzgamos, criticamos, sin tener un acercamiento íntimo del porque actúan así. Son historias tan complejas que cada ser humano lleva, y la manera mas reconfortante es contar con alguien que vacié la mochila, y no la llene mas de miedos e inseguridades, a las cuales debe enfrentarse al día a día. Por eso, la autoestima y construir relaciones positivas, serán la clave para distanciarnos de lo que nos roba energía.
Sin embargo, hemos crecido con la idea de ser los mejores y destacar, pero se ha olvidado algo tan importante, y es el trato sincero y real por ayudar a que los demás también brillen, a pesar de sus dificultades. Combatir la envidia, rencor, son señales de éxito y paz interior. Los corazones de muchos, están tan rotos que el ego y materialismo ciegan su realidad, queriendo a toda costa conseguir sus objetivos, sin importar dañar a los demás.
El amor genuino es cuando nos alegramos de los logros del otro, y lo apoyamos para cumplir cada uno de sus propósitos. Somos seres únicos, con diferentes capacidades para lograr lo que nos proponemos, sin discriminar su ser .
Sin embargo, la envidia es esa emoción podrida que enferma nuestra alma y espíritu, generando conflictos y daño emocional en las personas con las que nos rodeamos. Esto debido a la falta de confianza en sí mism@s, autoconocimiento, desencadenando en frustración por algo que algún día quisieron alcanzar, y por andar pendiente del otro, perdieron esta valiosa oportunidad.
Por último, debemos vencer el mal por el bien, construyendo relaciones sólidas y una sociedad en paz y armonía, donde todos tengamos las mismas oportunidades de brillar.
